Tu blog puede y debe aparecer en los primeros resultados de Google y otros buscadores si está actualizado, es popular en las redes sociales y en tu sector de actividad y ha conquistado una reputación online a través de la publicación de contenidos web originales, relevantes, oportunos y de calidad contrastada.
Los titulares de tus posts han de ser potentes, atractivos e informativos, huyendo de polémicas vanas y de sensacionalismos banales.
Los textos deben ser breves y sencillos de leer, incluyendo en el primer párrafo y URL la palabra clave fundamental de posicionamiento SEO natural u orgánico en las consultas realizadas en Google.
Debes incluir elementos visuales multimedia que incorporen una somera y significativa descripción de sus contenidos. Esta recomendación vale igual para vídeos, podcasts, infografías e imágenes.
Nunca olvides jerarquizar los textos con subtítulos y encabezados por orden de importancia. Un texto SEO bien redactado dice lo más importante al principio creando con sutileza expectativas de interés aumentado, curiosidad controlada o de futuro para continuar leyendo hasta el final.
Las técnicas de linkbuilding son también esenciales para estar lo más alto en Google. Otorgan popularidad y autoridad a tu blog si otras webs, blogs o directorios enlazan con tus contenidos.
Resulta fundamental asimismo divulgar tu blog en redes sociales. Es una presencia más que necesaria para llegar a audiencias amplias o targets segmentados en función de tus metas comerciales.
No olvides tampoco crear un archivo sitemap con información detallada de tu blog para facilitar el rastreo de los bots y ser amigable con los algoritmos de Google y otros motores de búsqueda.
Y, por supuesto, no subas a tu blog contenidos irrelevantes o de relleno. Si tienen valor, adelante, caso contrario, piensa en qué publicar, investiga y obra en consecuencia. Las precipitaciones y los rellenos de baja calidad juegan en contra de tu negocio.